viernes, 21 de junio de 2013
Spirit el corcel indomable
Spirit es un joven corcel, salvaje y líder de su manada en las praderas del viejo oeste. Todo marchaba bien hasta que una noche vio algo curioso, va a investigar y descubre que se trataba de un campamento en donde observa a los hombres (criaturas desconocidas para él). En un descuido, despierta a los soldados, y comienza una persecución en la que finalmente lo capturan. Spirit es llevado a un fuerte militar en medio del desierto, donde, por mas que lo intentan, no consiguen domarlo. Lo castigan por 3 días sin comida ni agua, y en ese período los militares capturan a un indio Lakota llamado Little Creek (Pequeño Arroyo en español) y lo colocan en la misma condición que Spirit. Tras concluir los tres días de castigo, Spirit es montado una vez mas por el Coronel del fuerte, (con el que lucha tirándolo a la arena). Al final, cansado y vencido, Spirit acaba obedeciendo las ordenes del Coronel...o no. Pillándolo por sorpresa, manda al Coronel volando fuera del corral. El Coronel, humillado, está a punto de matar a Spirit, pero una afortunada intervención de Little Creek, que se había liberado con ayuda de sus compañeros indios, desvía el disparo en el último momento, y juntos logran escapar junto con los caballos del fuerte. Fuera del fuerte, el Lakota llama a los demás de su tribu y a Lluvia, la hermosa yegua pinta de Little Creek, y entre todos consiguen volver a atrapar al casi libre Spirit. Al día siguiente, Little Creek trata de montar a Spirit, que lo vuelve a tirar, resistiéndose a que lo monten. El Lakota, para solucionar ese problema, ata a Spirit con Lluvia para que le enseñe buenos modales. Pasa el tiempo y Spirit se enamora de Lluvia. Un día, viendo que va a ser imposible domar al caballo salvaje, Little Creek libera a Spirit. Casi sin creérselo del todo, va a buscar a Lluvia para animarla a que vaya con él, pero algo los interrumpe. La caballería del fuerte ataca la aldea. Lluvia va por su amo y Spirit la sigue hasta la orilla del río, en donde Lluvia y Little Creek son perseguidos por el Coronel. Ambos caen al río. El Coronel, con el indio a tiro, prepara su pistola, pero oportunamente llega Spirit para darle un empujón al Coronel, salvándole la vida al indio. Spirit va tras Lluvia, que es arrastrada por la fuerte corriente, se lanza al agua y logra alcanzarla, pero ya era demasiado tarde. Van camino a una cascada y ambos caen. Spirit se recupera de la caída y descubre que Lluvia está herida. Se queda con ella toda la noche hasta que llegan los soldados del fuerte y capturan de nuevo a Spirit dejando a Lluvia sola. Mas tarde, Spirit está dentro de un vagón en un tren reunido con otros caballos de la tribu. Su destino es arrastrar una locomotora sobre una colina, en donde Spirit descubre que los hombres quieren llegar a su tierra. Para detener la marcha, lo único que se le ocurre es hacerse el muerto para poder escapar. El plan resulta tener éxito y consigue liberar a los demás caballos. Pero con lo que Spirit no contaba era con que, sin la fuerza de los caballos, la locomotora cae colina abajo, muy cerca de Spirit, que corre para salvar su vida. Finalmente logra escapar, pero la explosión causada por el choque de las dos locomotoras, hace que el bosque arda rápidamente. En su huída, salta un tronco y se queda enganchado a un saliente. Todo parecía perdido hasta que aparece Little Creek y ambos se salvan de las llamas lanzándose a un río. Al día siguiente, los soldados del fuerte junto con el Coronel los persiguen. Spirit y Little Creek se internan en medio de un cañón, donde huyen hasta que quedan en la cima de una columna de piedra y están sin salida. Spirit salta hasta una llanura al mismo nivel, y quedan fuera de peligro. Después de todo, el Coronel les da la libertad a ambos, y Spirit lleva a Little Creek a su aldea, que está en reconstrucción. Spirit se entristece por Lluvia, pero Little Creek la llama y aparece, completamente recuperada. Little Creek deja ir a Lluvia con Spirit y juntos llegan a su hogar dando una gran sorpresa a todos en su manada de haber vuelto al que siempre fue y será su hogar.
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